Los niños sordos muestran actitudes distintas a las de un niño oyente, por lo tanto será importante comprenderlas y orientar su crianza teniendo claras sus necesidades.
El niño sordo adquiere el mismo nivel de desarrollo cognitivo que el oyente aunque más lentamente.Son capaces de realizar juegos simbólicos pero con mayor retraso y limitaciones que los oyentes, además estos juegos y códigos también los suelen emplear para entablar relación con niños de su edad.Estos códigos reflejan las características de su lenguaje natural con el lenguaje gestual, además tienen una forma diferente de estructurar la realidad, el lenguaje y el juego.